Hasta hace poco, el mundo empresarial, independientemente del sector en el que opera, hablaba mucho del producto, costos, competencia y marketing a la hora de debatir acerca de lo que es la ventaja competitiva. Hoy en día, parece que el mismo mundo entendió que a todo esto hay que agregar un importantísimo factor humano. Actualmente todos quieren hablar el famoso idioma “human2human”. Pero la pregunta es: ¿saben hablarlo?, ¿entienden porque deberían hacerlo? La escasez de las estrategias de marca empleadora implementadas dentro de las compañías alrededor del mundo sugiere que desafortunadamente esta necesidad de momento es una teoría que pocas veces tiene su reflejo en las actividades prácticas.
La estrategia de marca empleadora no sólo describe como reclutar, contratar y retener a los empleados, pero define la imagen de la empresa hacia los colaboradores: presentes y futuros. Es más: la estrategia completa y correctamente preparada, motiva y fideliza a los empleados, les hace identificarse con la organización por lo cual les convierte en los empleados productivos y leales. Una ejecución correcta de las actividades de employer branding responde muy adecuadamente a las aspiraciones y necesidades de los empleados. Entender que es lo que quieren los colaboradores, es necesario para saber como planear las actividades de la estrategia de marca empleadora. Dependiendo del caso, la ejecución puede significar implementación de los programas de capacitaciones dentro de los departamentos o creación de una zona de relax moderna y acogedora.
Hay múltiples estrategias que pueden servir como manera de lograr una ventaja competitiva: reducción de los costos, la diferenciación o una especialización en un dado segmento del mercado. Cualquier sea la estrategia elegida por la compañía, el corazón de cada actuación deberían ser los empleados. No se reducirán los costos si la compañía tiene problemas con alta rotación. No se diferenciará de la competencia ni se podrá especializar una compañía que no contrata a los mejores. Y los mejores no pensarán en la organización si no se les presente una atractiva, auténtica y original propuesta de valor. Importante: las compañías no eligen a los mejores talentos, los mejores talentos eligen a las compañías.
Las actividades de Employer Branding crean buen ambiente, hacen las compañías más humanas mejorando el bienestar de sus empleados. Pero ¿cómo saber que toda esta inversión y esfuerzo del empleador realmente tiene impacto a los resultados financieros de las compañías? Hay varios estudios que lo demuestran perfectamente y entonces no dejan dudas a los que aun se están haciendo esta pregunta: ¿debería invertir en la imagen de marca empleadora?
Según el informe publicado por LinkedIn, las compañías con la marca empleadora fuerte logran reducir el costo de reclutamiento 43%. Es simple: hay que esforzarse menos y dedicar menos recursos y tiempo si la marca es atractiva ella misma. Otros estudios demuestran que los candidatos confían 3 veces más en las opiniones de los empleados que de la información aportada por los de recursos humanos. Esto significa que el proceso de reclutamiento será mucho más fácil si los empleados se convierten en los embajadores.
Los portales digitales de trabajos hablan de más de la mitad de los candidatos que no aplican a la compañía con mala reputación, !incluso si se les ofrece un salario más alto! Entonces la tarea consiste en mantenerlos felices a todos: los que están dentro de la organización pero también los que ya no trabajan aquí. Las opiniones y comentarios son una fuente de información muy importante que debe estar seguida y analizada por cada compañía que cuida su imagen como empleador.
¿Suena como un tarea muy compleja? Sí, lo es. Al mismo tiempo es una tarea que tiene que asumir cualquier empresa si quiere ser exitosa. Planeando las actividades que posicionen la compañía como una marca empleadora atractiva, hay que actuar a base de una estrategia a largo plazo ya que las acciones puntuales probablemente no generarán ningunos resultados tangibles. Como con cualquier asunto complejo hay que: entender, verificar, definir, planear, ejecutar, optimizar y medir todas las actividades de dicha estrategia. Y para poder hacerlo correctamente hay que actuar basando en un proceso continuo de la búsqueda de los datos, definición de los objetivos y medición del impacto de cada actividad.
Y un dato más que con seguridad no le sorprenderá a nadie: los empleados satisfechos, felices y motivados son los que generan los mejores resultados para la compañía y muy a menudo entregan más de lo que se les propone. Aparte de realización satisfactoria de sus objetivos, crean buen ambiente, motivan a los demás y son embajadores muy creíbles dentro y fuera de la empresa. En otras palabras: aumentan ventaja competitiva de la compañía.
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